Primer programa

¡Escuchalo ya!

Bajatelo aquí

¡Hasta el viernes!

Antropofagia en las bellas artes

Nuestros siempre amados griegos, además de teoremas y la práctica de la sodomía, nos regalaron también unos interesantes antropomórficos dioses. Y ellos tampoco se privaron de la práctica de comer carne humana.

Dos genios de la pintura como Peter Paul Rubens (en 1637) y Francisco Goya (en 1819) pintaron el terrible momento donde el dios Cronos –o Saturno para los romanos-, por temor de ser destronado por sus descendientes, devora a sus hijos. Estaba casado con Rea, cuya única función, aparte de satisfacer los deseos libidinosos de un ser todopoderoso, era reproducir hijos a montones.

Cuando nació Zeus, la madre lo ocultó en una gruta de Creta y, en lugar del niño, le alcanzó una piedra simulando una criatura recién nacida. Así, el único que se salvó de la carnicería fue Zeus, quien fue criado por las ninfas hasta llegar a la edad adulta. Estando en la plenitud de su vida, y convertido en audaz y diestro guerrero, destronó a su padre y se declaró dios supremo del palacio real del Olimpo. La promesa del destino se había cumplido: Cronos fue muerto por su hijo Zeus.

Personalmente, me fascina la de Goya (aunque obviamente la de Rubens no está nada mal). Goya rescata el momento justo donde Cronos está devorando, pinta el drama en plena acción. La espalda encorvada por los años, la cabellera y barba desalineadas, desnudo con sus cejas y ojos a punto de estallar dan una concepción total de locura, espeluznante y aterrorizante. Les aseguro que tener ante los ojos el cuadro da, por lo menos, un poco de frío en la espalda.

El ménage à trois y yo

Los tres chiflados, los 3 chanchitos, Gaby, Fofó y Miliki, Las trillizas de oro, Los 3 mosqueteros, Tiburón, Delfín y Mojarita, moscato, pizza y faina, locro, empanada y vino, palito, bombón, helado…¿hermanos o enemigos? Explicaciones del porque de nuestro trino nombre.

Todos lo sabemos, el 3 encierra grandes misterios. Para occidente representa el número en que se divide su dios eterno, uno y tres, pero también se nos presenta como lógico, simpático, un número “gauchito” que busca la paz y el consenso (piénsese en los tres poderes del estado del conde de Montesquieu o del amigo Juan Jacobo). Asimismo está una excepción menos liberal y (mucho) más divertida, el ménage à trois y sus connotaciones (tri)personales.

Pero, como me preguntó don Pepe mientras pesaba la papa el otro día, entonces, ¿Por qué llamarnos palito, bombón, helado? Ontológicamente, “creemos” que las tres palabras significan lo mismo… pero cuando alguien quiere “helado” , ¿dice “palito”?… trataremos de analizar y resolver el misterio.

Nuestra inigualable amiga la RAE nos define:

Palito: helado.

Bombón: Pieza pequeña de chocolate, que en su interior puede contener licor, crema u otro relleno dulce.

Helado: Bebida o alimento helado.

¡Alarma total!¡No significan lo mismo!¿Acaso es “heladoS”? Claro, debería serlo porque son varios y no uno (sino, ¿cuál sería el negocio?) Manejamos ya una primer hipótesis...correctamente es “palito y bombón helados”… o sea que esos palitos y bombones están fríos… no calientes sino “helados”. ¿O "Helados" funciona como un género cuyas especies serían "palito" y "bombón"?. La importancia del órden se hace notar. No es "helados, palito, bombón", yendo de lo general a lo específico, sino "palito, bombón, helados" (dándolo vuelta). El gremio y el Sindicato de los heladeros (¿habrá que avisarle a ellos que son los que los cargan sobre sus hombros?) han tomado la opción metodológica de ir de lo específico a lo general, presentando los casos particulares antes que los conceptos totalizadores. Y es que claro… no hay dos sin tres.

Devórame otra vez

-Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes! -
- Son para...¡comerte mejoooor!-

Y diciendo esto, el lobo malvado se
abalanzó sobre la niñita y la
devoró, lo mismo que había hecho con la
abuelita.

Caperucita Roja, Hermanos Grimm.

La cuestión ''antropófaga'' (ανζοπος, anthropos: "humano", y φαγία, phagia: "acción de comer"), puede encontrarse en las diferentes ramas del arte.
En la literatura, el tema va desde Shakespeare hasta nuestro fantabuloso y fachero Julio Cortázar en La noche boca arriba. El ídolo de multitudes, Manuel Mujica Lainez, en su bien ponderada obra Misteriosa Buenos Aires también hace alusión al tema. En su cuento El hambre relata una de la crónicas de Ulrico Schmidl; es la desgarradora historia de un hermano que se come al otro sin saberlo hasta que reconoce el sello familiar en un anillo. El autor de Los viajes de Gulliver, Jonathan Swift en su breve ¿artículo? Una modesta proposición hace una brillante mirada crítica a la sociedad y, con su incomparable ingenio, propone que si hay superpoblación infantil pobre, la única solución podría ser ingerirlos. Pero si Ud. necesita alimentar al pequeño niño/a interno y quiere curar algún tipo de trauma infantil respecto al tema, la solución se haya en el adorable cuento Hansel y Gretel; al igual que en la seductora Caperucita Roja. Pedro y el lobo y Jonah y la ballena son lindos cuentitos en los cuales sus protagonistas son amenazados por bestias que se los quieren manducar. Mmm...¿Será que la sangre fresca tiene otro gusto?

Eso parece no haberle importado mucho a la musa inspiradora de Marilyn Manson, un alemán antropófago o caníbal que solicitaba ‘voluntarios’ para comerles su órgano reproductor. Un caso que podría analizar desde un punto de vista freudiano y con un aporte alguna astróloga y chanta patentada: ‘‘este individuo se encuentra en su etapa fálica y el Yo está transitando por la órbita de Venus.’’ Si...oh si...que festín. Eat me, drink me es el título de la nueva placa de este andrógeno intérprete. Y ya que entramos en la música, hay unas cuantas cancionetas que hacen alusión al tema que nos compete: Los glam rockers Duran Duran lo esbozan en su tema Hungry Like The Wolf, al parecer les cabía Caperucita....pedófilos. Fred Durst, cantante del ya desaparecido grupo Limp Bizkit, sin pelos en la lengua decía: Eat You Alive. Al parecer, es una bitácora de su relación con Britney Spears. Ah bueno, Fred es un camionero con onda. Si habría que traducirlo al criollo podría ser: ‘‘te como toda, mami’’.
El dúo dinámico del instrumentalismo europeo David Byrne ex Talking Heads y el ex roxy Music Brian Eno en su discazo My Life In The Bush Of Ghosts tienen un tema minimalista llamado Very Very Hungry. Hablando de David, con su bandita ya nombrada, tiene un tema llamado Stay Hungry. Seguramente un cuerpo no lo dejó satisfecho. Ah...estos hombres. Su tocayo, David Bowie, en su disco homónimo, tiene un tema llamado We Are Hungry Man. La verdad es que no se entiende porque los hombres dan tantas vueltas y no le dicen de una lo que Fred.
Otro duo desaparecido, las Azucar Moreno, cantan: Ay ven devórame otra vez, ven devórame otra vez; Que la boca me sabe a tu cuerpo; Desesperan mis ganas por ti...En fin.....

Yéndonos más a éste lado del continente, hubo un ‘hit’ hace un par de años llamado Na Manteiga (o ‘la manteca’), haciendo alusión a lo que, esperamos, sea una mujer. Hecha esta relación, la mujer se movería como manteca y el se la querría re morfar. Algo similar sucede con el grupo Chocolate y su tema Mayonesa, donde, en el estribillo se puede apreciar la infame frase ella me bate como haciendo mayonesa...O sea, no solo lo mató y lo hizo pedacitos sino que tiene el descaro de ponerlo en un bol y batirlo. El cuasi himno nacional de todo’ lo’ pibe’ Mi Caramelo de la Bersuit, pone una vez más, a la mujer como golosina. Si...todos nos quieren comer.

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota han hecho el tema ''yo canibal'', en el cual el Indio informa: Me acaban el cerebro a mordiscos, bebiendo el jugo de mi corazón y me cuentan cuentos al ir a dormir. Si..hasta lo más sádico tiene su pequeño lado infantil cubierto de literatura. Los re-unidos Soda Stereo también hablan de nuestra temática en la canción: ''Entre caníbales'', donde Gustavo susurra: Ah... come de mi, come de mi carne. Ah... entre caníbales. Ah... tomate el tiempo en desmenuzarme. Ah... entre caníbales. Uh si...nada más sugestivo que un rocker hablándote de manducarte a otro.

Y quién podría olvidar a los argentinísimos: Vilma Palma e Vampiros y su infame tema: Bye Bye, mejor conocido por el casi cliché ‘‘Déjame, dejame que te toque la piel’’. Bueno...son antropófagos pero al menos tienen sentido común y tantean primero la calidad.